Como señalé en el número anterior de esta publicación, unos de los principales aspectos sobre los que el desaparecido maestro Asai ponía su mayor atención en sus cursos y seminarios era la necesidad de superar la rigidez muscular, tan característica de los karatekas occidentales, que dificulta la capacidad para producir el movimiento voluntario en contra de la fuerza de gravedad, al mismo tiempo que impide acciones motrices veloces y armoniosas. En este mismo sentido, el gran maestro, Hirokazu Kanazawa afirma: “Es indudable que para que las técnicas de karate sean útiles, deben ser ejecutadas con la máxima potencia posible y al mismo tiempo, para ser prácticas, deben ser realizadas con la velocidad necesaria. Aunque parezca contradictorio, estas dos cualidades vienen dadas por dos efectos de naturaleza diferente. Es decir, la fuerza viene de la tensión muscular y la velocidad proviene de la relajación. Cualquier técnica ejecutada con demasiada tensión muscular carecerá de velocidad, mientras que una técnica desarrollada con mucha relajación estará falta de fuerza. ¿Cómo conseguir unificar las «causas» tensión y relajación, para obtener los «efectos» deseados, velocidad y potencia?”
Esta reflexión del maestro Kanazawa muestra la preocupación por encontrar un método que permita utilizar de forma óptima y adecuada la energía corporal; una inquietud que ha sido constante entre los artistas marciales y que entronca con los principios fundamentales de la filosofía y la medicina china: el yin y el yang, presentadas como fuentes de energía opuestas, pero iguales e intercambiables y que actúan complementariamente; las dos polaridades presentes en todos los procesos de la vida y de nosotros mismos.
«La tensión manifiesta el Yang y la relajación manifiesta el Yin.
Pero también dicen que los movimientos abiertos y redondos son Yin y nutren, y de los cerrados y tensos que son Yang y purifican”
De esta dualidad se infieren dos metodologías estratégicas para la aplicación de la fuerza en las artes marciales japonesas. Uno de ellos es el método duro y el otro es el método suave.
El método duro se caracteriza por oponerse a la fuerza de un ataque mediante el uso de la fuerza. En la práctica, esto puede consistir en responder a una acción del adversario con una técnica donde el defensor se concentra en bloquear o parar el ataque deteniéndolo. Éste sería un ejemplo de un método duro, generalmente conceptualizado como lineal.
El método suave se caracteriza por la aplicación indirecta de la fuerza, evita el choque frontal y redirige el impulso del oponente. Por ejemplo, si al recibir un ataque y mediante una técnica deslizante lo desviamos actuando sobre la extremidad del atacante y aprovechamos su propia fuerza para desequilibrarlo. Es un ejemplo de método suave, generalmente conceptualizado como circular.
El objetivo, por lo tanto, es armonizar estos dos principios al fin de alcanzar la máxima eficacia en nuestro trabajo mediante un planteamiento equilibrado. Según el Maestro Kanazawa: “Debemos comprender que ambos principios son importantes y necesarios. Y ambos son correctos”.
Sin embargo, en la práctica, una mayoría de los karatekas de Shotokan europeos y, en menor medida, japoneses se caracterizan por mantener una actitud corporal rígida durante el entrenamiento, tal y como ya ha sido anteriormente descrito.
En un artículo aparecido en The Shotokan Way, Sensei Scott Langley, publicó “Cuando somos principiantes, es muy difícil hacer las técnicas de karate con energía. Los movimientos son torpes. Estamos aprendiendo a usar nuestros cuerpos de una forma inusual. Como resultado, mucha gente tensa su cuerpo, ya que es natural desconocer la manera correcta de crear energía. Se siente fuerte y en un principio produce resultados. Sin embargo, como consecuencia de esta tensión en el cuerpo ahogará el poder cuando los movimientos de karate se hayan aprendido”
En respuesta a este fenómeno, Asai Shihan propone Junansei como contrapunto que restituya el necesario el equilibrio entre los dos principios antes mencionados.
2. Junansei.
El Karate de Asai Shihan, su estilo personal, sólo puede explicarse desde la nítida comprensión de un concepto: Junansei.
El término «junansei» se compone de los caracteres
Traducido libremente significa «naturaleza suave y flexible» y es un término japonés para aludir a la flexibilidad, pero también para compatibilidad, suavidad y elasticidad. Esta cualidad no se circunscribe a lo meramente físico, sino que se entiende también como una actitud abierta al cambio, a las cosas nuevas y a la continua renovación para mejorar los resultados.
Durante sus seminarios, el maestro Asai insistía en permanecer en un estado de relajación y naturalidad en todo momento. “relax”, decía una y otra vez. Hay que evitar el mantenimiento de una tensión muscular innecesaria que se manifiesta en la rigidez de tronco y articulaciones y resta velocidad a nuestras acciones.
El primer paso para lograr este propósito consiste en trabajar la respiración diafragmática, que es la respiración más completa y profunda y al respirar más hondamente, nuestro ritmo respiratorio y frecuencia cardiaca van disminuyendo, con lo que el cuerpo alcanza un estado de relajación.
El segundo paso queda determinado por una adecuada configuración de nuestro esquema corporal y su relación con el espacio circundante y nuestras posibilidades de actuación en él.
Por último, hay que desarrollar el sentido propiocetivo que nos permita tener conciencia de la posición de los músculos y articulaciones, mejorar nuestra capacidad de sentir la posición relativa de las partes corporales tanto próximas como distales, perfeccionar el control del tono muscular, actuar con mayor control del equilibrio, mejorar la coordinación de ambos lados del cuerpo.
El mecanismo de relajación muscular se basa en practicar la tensión y distensión de distintos músculos del cuerpo, de forma progresiva y siguiendo un orden determinado, normalmente en sentido céfalo-caudal. Insisto, todo esto sólo es posible mediante un proceso de interiorización y toma de conciencia de nuestra propia realidad corporal. El objetivo de la técnica es enseñar al cuerpo a distinguir bien los estados de tensión y relajación diferenciando músculos, y aprender a relajar cada uno de los músculos o grupos musculares implicados. Del mismo modo, hemos de tener la capacidad de mantenernos alerta y poder movilizar nuestro cuerpo adecuadamente.
Como dice el maestro Kanazawa: “Tensar el cuerpo y aplicar la fuerza en el momento del impacto (Kime), debe ser una actitud y una energía tanto física como mental. Si nuestros pensamientos no están concentrados o enfocados junto a nuestra habilidad y fuerza física, la técnica no será todo lo potente y poderosa que pudiera ser. La debilidad mental, sea causada por el miedo, incertidumbre o simplemente carencia de la debida atención, pueden restar efectividad a cualquier técnica, de la misma manera que lo puede hacer una ejecución errónea del movimiento”.
En el mismo sentido se pronuncia, Suguimoto, de la organización Shotokai, “Se debe poner todo el cuerpo flexible y relajado concentrando toda la energía en una sola parte, la que se dirige hacia el oponente”. Inevitablemente estas palabras traen a mi mente la imagen del añorado maestro Kase, ejemplo personificado de control de la tensión-relajación corporal.
3. Propósito:
Según entiendo, el objetivo de Junansai es trabajar de una forma natural y fluida en contraste con la rigidez y movimientos robotizados a los que tan acostumbrados estamos. Se hace, por lo tanto, necesario priorizar la suavidad y la fluidez sobre la fuerza.
En este punto, tengo necesariamente que llamar la atención sobre la necesidad de no confundir suavidad con falta de kime. Nadie que haya practicado con un mínimo de seriedad artes marciales como Aikido o Ju Jitsu podría afirmar esto. Es más, Egami Shigeru, maestro situado en la cumbre del Shotokan, afirmó: «El karate del maestro Funakoshi, originalmente, era suave y sin derroche de fuerza. Es necesario que nuestro karate sea parecido y que se inspire en este modelo».
Hoy veo más claramente la relación del estilo del maestro Asai con las técnicas típicas de las llamadas “formas suaves”, como las de la escuela de la grulla, caracterizada por semejarse a la flexibilidad de un junco y por su búsqueda de efectividad a través de movimientos rápidos y enérgicos.
La relajación muscular y la distensión articular y en la práctica de las artes marciales es beneficiosa porque:
a) Favorece la regulación del esfuerzo, evitando cansancio y gasto energético innecesario.
b) Sustenta el control emocional y de la ansiedad.
c) Mantiene el nivel de alerta del sistema nervioso central y, por ende, en la capacidad de producir reacciones y respuestas automáticas adecuadas.
d) Aumenta de la velocidad de ejecución.
e) Permite la aplicación de la potencia en el momento del impacto.
f) Contribuye al mantenimiento de una actitud adecuada que favorece la postura, la posición y los desplazamientos.
g) Preserva el equilibrio mediante la interiorización de los distintos elementos del esquema corporal del centro de gravedad corporal en distintas situaciones
h) Mejora el aprovechamiento de la energía transmitida a través de la contracción muscular.
De esta forma, Junansei se convierte en el fundamento del Karate de Asai Shihan, toda vez que la observación de esta premisa resultará esencial para la comprensión y asimilación de sus principales características, que iremos analizando en próximos números de esta.
Publicado por Javier Fernandez Bravo Presidente honorario JKS-España