Shotokan Ryu Asai Ha: Origénes

Los orígenes:
Para entender el Karate de Asai Shihan es necesario, cómo no, tener en cuenta las experiencias vitales de una persona nacida en el Japón prebélico (1935) y hermano mayor de una familia con cinco hijos y cuatro hijas. Su padre, policía de profesión, tenía un código de conducta muy estricto que inculcó en el joven Tetsuhiko: «una vez que empiezas algo, no puedes dejarlo». Este sentido de compromiso fue la línea de actuación que guiará la vida de Asai Tetsuhiko. Su adolescencia y juventud transcurrieron en el periodo de postguerra, años duros que sacudieron las estructuras de la sociedad nipona muy apegada a sus tradiciones y poco amiga de cambios. En este contexto, Asai Tetsuhiko, que recibió instrucción inicial en artes marciales por parte de su propio padre, a la edad de 12 años comenzó a entrenar karate en un dojo local. Ya en el instituto se unió al Club de Judo donde llegó a obtener el segundo dan, además de lograr el 3º dan en kendo a la edad de dieciséis años.
Estudiar en la Universidad de Takushoku, le permitió recibir instrucción directa de maestros de la época tan relevantes como Nakayama Masatohi, Okazaki Teruyuki o el mismísimo Funakoshi Gichin. Pero éste tampoco fue un camino fácil y si al inicio del curso había alrededor de ciento cincuenta alumnos en el dojo de karate, pasado un mes sólo quedaba un puñado. Tal era el ambiente y la naturaleza de los entrenamientos. Superada esta fase inicial, finalmente se le permitió alojarse en el dormitorio de karate. Para Asai sensei era un honor vivir allí. Los que lo conocieron en aquella época afirman que sólo dejaba de entrenar cuando comía o dormía.
Después terminar sus estudios universitarios realizó el curso de instructores de la Japan Karate Association (JKA), teniendo a Yutaka Yaguchi como principal compañero de entrenamiento. Desde el momento en que finalizó el curso Asai sensei dedicó su vida a seguir el camino de karate-do.

Por propia experiencia, sabemos que a Asai sensei encantaba enseñar karate y se esforzaba por ser un buen docente, pero su verdadera pasión fue el entrenamiento, principalmente por su cuenta, como medio para mejorar técnicamente. «Quizás la gente piense que este es un trabajo duro, pero para mí esto es algo natural. La autoformación es un método que me permite sobrepasar los límites del estilo y aprender cosas nuevas acerca de mi propio Karate. Es por ello que dentro de diez años mi Karate será mejor que el de hoy. Así que cada día tengo que seguir entrenando como un estudiante». En su afán por profundizar en el conocimiento Karate, se sumergió por completo en el estudio del arte de la mano vacía, no dudando en retornar a las fuentes del viejo Okinawa-Te o las raíces del Wushu.

Una forma de pensamiento:
El aprendizaje en varias artes marciales durante su juventud le permitió desarrollar una mentalidad abierta alejada de dogmatismos; el posterior contacto con las artes marciales chinas o su relación con maestros de otras escuelas como Yamaguchi Gogen unidos a su determinación personal profundizando en la práctica le permitieron crecer y desarrollarse como artista marcial. Sintió que esta es la única forma de verdadera comprensión de Karate-Do y la convirtió en su forma de vida. «El día en que el espíritu de mi Karate deje de crecer será el día en el que muera».
Asai Sensei vio el karate no sólo como un deporte, y aunque reconocía que no tenía ningún problema con la vertiente deportiva y competitiva del karate, para él la competición, era sólo uno de los cuatro componentes de karate-do. Los otros tres serían autodefensa, budo, y la salud y el bienestar de las personas. Estas son las cuatro partes de karate, que sólo es verdadero Karate cuando están integradas, cuando forman un todo. La gente no entiende esto, dijo, porque se limitan. Cuando se puede ver todo el espectro del karate-do, se puede encontrar Budo en cualquier estilo. Esto, dijo, requiere una dedicación completa, y la mayoría de personas no lo tienen o no están dispuestas a eso. Asai sensei dijo una vez que el karate le había ayudado a perseverar y contribuido a disciplinarle de modo que pudo lograr muchas cosas en su vida y le proporcionó el coraje de hacer aquello que otros sólo se atrevían a pensar. Sintió que esta es la parte más difícil, para continuar y seguir adelante. El Karate le ayudó a superarse a sí mismo, sintiendo que la única limitación está en la propia persona. «Espiritualmente, el Karate no tiene límites.»

Es conocido que el Maestro Masatoshi Nakayama ofreció a Asai su pleno apoyo a su trabajo e incluso lo promovió al puesto de director técnico.  Sin embargo, este respaldo fue mal visto por varios instructores de alto nivel del Honbu dojo y probablemente el principio de la famosa división Kyokai, que ocurriría poco después de la muertes de Nakayama en 1987. Él no pretendió de ningún modo generar una revolución dentro de la JKA, sino vencer la autocomplacencia de ciertos instructores, superar los arquetipos técnicos basados en la continua repetición de Kihon, incluso para altos grados e ir más allá de la visión reduccionista y conservadora de la práctica del Karate por parte de una cúpula dirigente más preocupada por mantener su estatus personal que de trabajar de una forma innovadora para la evolución del arte hacia una concepción integradora del karate de cara al siglo XXI.

Para entender la propuesta renovadora de Shihan Asai se hace necesario vencer dogmatismos y romper ciertas formas atávicas del pasado. Después de todo, entre los principios del reconocido Shoto Nijukun ya encontramos: ”Shinen Tsune ni seyo kufu». Sé creativo todo el tiempo» Al fin y al cabo, como dijo el mismísimo Funakoshi Gichin «Lo viejo y lo nuevo, sólo es cuestión de tiempo”. Este principio es el aglutinante de resto de los principios: actuar de una manera creativa para responder a lo que ocurre a tu alrededor. En una palabra, «versatilidad» y Asai Shihan posiblemente haya sido el maestro más versátil y creativo de los últimos tiempos.

Una escuela de Karate no es una factoría de coches donde cada una de las unidades de un modelo debe ser igual a las demás. Para él (como para muchos practicantes e instructores de todo el mundo), desde el más estricto respeto a los fundamentos técnicos, lo importante era la creación de un método de entrenamiento propio que diera respuesta a la diversidad y características individuales de cada persona. La enseñanza del Karate no se pude limitar a transmitir aquello que nos han legado las generaciones anteriores; es necesario mirar a nuestro alrededor y ver cuánto de bueno hay; hay que retomar las fuentes y estudiar la posibilidad de que esto pueda retroalimentar nuestro arte, enriquecer nuestra disciplina y a nosotros con ella. Por lo tanto, Shihan Asai no quiso limitar su Karate, sino, al contrario, estudiar, pensar y entrenar artes marciales como un todo que va más allá de los nombres como Shotokan, Shito-Ryu, Goju Ryu… «En el verdadero Bujutsu no hay marcas ni escuelas».

Según ha publicado Andre Bertel, uno de sus más destacados alumnos, Asai Shihan declaró: “Mi karate es muy libre y flexible, es cien por ciento el estilo de karate de Asai; es mi manera personal desarrollado sobre la base del Shotokan-Ryu”. Para Asai Shihan había un solo objetivo: el Bujutsu “el arte del combate”. Sólo hay un auténtico Karate, el que es eficaz en la lucha.
Cuando en 1993 tuvimos la suerte de que Asai Sensei nos visitara para impartir unos cursos en España, hasta Ciudad Real, sede de uno de ellos, se acercaron instructores y practicantes de varios puntos de la geografía nacional. Después de la primera sesión de entrenamiento y mientras compartíamos mantel recuerdo que el amigo Frank Schubert comentó: «Ahora tengo la tarea de encajar todo lo que hemos visto dentro de mi cajita de Shotokan». Tal era el contraste que representaba la visión del Karate de Asai a frente a la uniformidad y los esquemas de trabajo estereotipados tradicionales de JKA.
En una ocasión, con motivo de un curso, Kato Sensei se refirió al maestro Asai con epítetos como “genio” o “ingeniero del Karate”. Me dijo: “Javier, la mayoría de los instructores sólo enseñan Kihon. Sus entrenamientos se basan en Kihon y más Kihon. En cambio, Asai Shihan es único, enseña y transmite Karate Bujutsu”.
Hasta poco antes de su muerte, después de más de 50 años de entrenamiento, Asai Sensei todavía se esforzaba por lograr la perfección de su Karate. Después de tanto tiempo, el seguía considerando esta formación como una parte natural de la vida. Encontramos aquí una cualidad más que lo distingue de la mayoría de los «maestros». Para él la formación continua de los instructores siempre fue de suma importancia. Su propio testimonio y el de personas muy próximas a él nos aseguran que cada día, ineludiblemente, desde las 5 am seguía durante unas 2 horas una estricta rutina de entrenamiento. «En el transcurso de los 365 días del año, tenemos que hacer las técnicas de hoy mejor que las de ayer y mañana deben ser mejor que hoy.»
En palabras del maestro sudafricano Norman Robinson, 8º dan, «El estilo de Shihan Asai era único y muy pocos pueden emular a su nivel de karate».
La principal característica del Karate de Asai Shihan es la forma singular de utilizar la dinámica corporal centrada en la adecuada contracción y la expansión del cuerpo. Esta característica conecta con uno de los principios del Shoto Ninjukun “Chikara no kyōjaku tai no shinshuku waza no kankyū o wasuruna”que se refiere a la necesidad de no olvidar que la potencia resultante de las técnicas es determinada por la fuerza muscular y la velocidad de ejecución de las mismas con la necesaria participación de la flexibilidad del cuerpo. El maestro lo explicaba de una forma sencilla: “Cuando la . Asai Sensei, sin embargo, contrarrestó este proceso con el uso de nuevas técnicas y métodos de entrenamiento que desarrolló personalmente como el «Jyu-Jin-Ho«, para mejorar la flexibilidad y movilidad articular.

gente envejece sus músculos pierden capacidad para contraerse, por lo tanto, su velocidad y también reducen el poder. Esto es un proceso natural que ocurre a todas las personas con la edad”

A lo largo de sus innumerables viajes al extranjero, Asai Shihan se encontró con al menos dos problemas persistentes y perjudiciales en la mayoría de los practicantes de Shotokan: 1) rigidez y 2) movimiento no natural. Curiosamente, la rigidez, tiende a considerarse por la mayoría de los instructores como «Kime», y tristemente se ha llegado a convertirse en un rasgo identificativo del karate Shotokan.
De acuerdo con Shihan Asai, la correcta aplicación de la energía una técnica no es un problema si los movimientos son fluidos en general. Lo que él quería transmitir es que el cuerpo excesivamente tenso se opone al concepto correcto de Kime y, además, crea problemas musculares especialmente en hombros y espalda.
Es frecuente encontrar en muchos dojos un concepto erróneo del Kime que Asai Shihan describía de la siguiente manera: «el cuerpo entero se tensa como si de una estatua de bronce se tratara, el brazo rígido encuentra su prolongación en un puño fuertemente cerrado frente en una posición zenkutsudachi muy baja y la cara se distorsiona con los dientes bien apretados y se aprecian hinchados por la tensión los músculos que rodean el cuello».
Por lo tanto, Asai Shihan (sobre todo para los principiantes, que no saben cómo controlar sus músculos para equilibrar la tensión y la relajación) aconsejó a los instructores enfatizar en sus estudiantes la necesidad de aprender a relajar el cuerpo tanto como sea posible antes de hacer cualquier movimiento. La rigidez resta impulso y velocidad al movimiento y, por lo tanto, el resultado es una técnica falta de Kime. Según Asai, para alcanzar verdadero Kime en primer lugar y sobre todo, deberíamos permanecer en un estado relajado y natural en todo momento. Es necesario desarrollar una actitud propioceptiva en la que se tiene consciencia del estado de tensión y/o reposo de los grupos musculares y la disposición espacial de huesos y articulaciones. Hay que tener presente que el Kime final, además de otros factores, se correlaciona con la diferencia entre la relajación inicial y la tensión muscular alcanzada en el momento del impacto.
De este modo, el objetivo es controlar y efectuar con naturalidad la secuencia relajación-tensión-relajación. Otro elemento determinante en la consecución del Kime es realizar de una respiración diafragmática de forma natural, acompasada a la ejecución de los movimientos y sin que en la exhalación se provoque la vibración de las cuerdas vocales.
Para finalizar este apartado, podemos concluir que la característica más llamativa del Asai Shotokan-Ryu Asai Ha es mover y utilizar el cuerpo como si un látigo se tratara para logra kime en comparación con el kime Shotokan tradicional, donde todo el cuerpo está demasiado tenso, lo que dificulta la velocidad. Esta idea se desarrolla a través de cuatro conceptos fundamentales: 1) Junansei, 2) Tai Sabaki, 3) Muchiken Waza y 4) Koshi No Kaiten, que trataré en próximas ediciones de este Boletín y que, junto al Tenketsu Jutsu, (método similar al kyusho para atacar los puntos vitales y a las vías que conectan a estos puntos vitales mediante técnicas percutantes y presiones), conforman la esencia del Karate Asai Ryu.
Publicado por Javier Fernandez Bravo Presidente honorario JKS-España
Recogido de su Blog Club Shotokan Ciudad Real