Introducción:
En el número 47 de esta publicación dediqué un capítulo a exponer “Junansei” como parte esencial del Karate de Shihan Asai. Estrechamente relacionado con este principio, encontramos la habilidad única del maestro para utilizar sus extremidades superiores como si de fustas se tratase. Brazos que flagelan inmisericordes las zonas más sensibles del cuerpo de su oponente desde los más diversos e inverosímiles ángulos. Esta forma característica de atacar, poco frecuente en las escuelas de Karate japonés, se conoce como “Muchiken waza”, literalmente “puño de látigo”
Los antecedentes de estas técnicas de golpeo pueden ser rastreados hasta las formas chinas de lucha conocidas como Kung Fu que tanto influyeron en el desenvolvimiento del Karate de Okinawa.
Muchiken Waza:
Durante una entrevista concedida a “Karate-Do Magazine” Asai Shihan explicaba las peculiaridades de esta forma de golpeo de manera elocuente: “Pensemos en un Nunchaku. Se compone de dos piezas de madera unidas entre sí por una cuerda o una cadena. No tiene músculos propios. Lo que le imprime poder es la forma en la que se utiliza, como si fuera un látigo. Es la «acción de azote» la que genera el poder del Nunchaku. Asido por un extremo e impulsado hacia adelante, la pieza de madera vuela rápida y libre hacia su objetivo, como un látigo. Cuando el extremo de ese trozo de madera entra en contacto con su objetivo, se crea el daño.
Así pues, en efecto, es la articulación del mecanismo del Nunchaku, en este caso la cadena o la cuerda, lo que permite poder infligir tal daño en el momento de impactar en el blanco. Lo mismo se puede ver en Kendo. Un experto en kendo, al atacar a su oponente con su shinai (espada de bambú) no utiliza la tensión muscular como método de generación de energía. Él simplemente se relaja y libera su poder en el momento de lanzar su arma hacia su objetivo. Un novato, en su lugar, mantiene tensamente agarrado su Shinai, reduciendo su potencia y estabilidad y es incapaz de usar el chasquido de la técnica.
Según una entrevista realizada a Asai Shihan por Sensei André Bertell, el maestro declaró: “Muchiken vino de mi estudio de varias armas de las artes marciales, a saber: el látigo chino articulado de siete segmentos, el sansetsukon (mayal de tres secciones), el Nunchaku y otros. Descubrí, básicamente, que aun cuando yo estoy envejeciendo, podía aumentar mi velocidad y energía si utilizaba un movimiento de látigo en mi técnica. Esto era algo que ya venía haciendo desde muchos años antes, pero después comencé a innovar hacia métodos de entrenamiento más eficaces. Esto permitió que mejorara mi velocidad y energía, mientras que en otros, incluso instructores más jóvenes en JKA, comenzaron a mermar considerablemente. El Sr. Nakayama estaba muy contento con mis innovaciones, y era el único que realmente sabía lo que yo hacía.
Muchiken se puede aplicar todas las armas del cuerpo libremente y con gran eficacia. Existe negligencia por parte de muchos karatekas en el uso de las armas naturales del cuerpo, tales como el seiryuto, kakuto, kumade, keito, washide… Estas armas, y muchas otras, son parte del karate estándar y deben ser adiestradas”.
Fundamentación:
Nos encontramos, pues, ante un método basado en movimientos circulares de ataque, por lo general con los miembros superiores y con el brazo extendido, en los que se utiliza un movimiento rotatorio de la cintura como fuerza impulsora y principalmente el hombro como eje sobre el que se articula la acometida. Cuando un objeto se mueve a lo largo de una circunferencia experimenta una fuerza denominada centrípeta.
Muchiken Waza no escapa a los códigos de la física que rigen el movimiento, y su aprovechamiento se halla en la aceleración. De este modo, para que el segmento final de una cadena cinética alcance una gran velocidad circular, ha de tener lugar una transferencia del impulso desde el cuerpo al miembro final en cuestión. Inicialmente se debe imprimir al brazo una elevada velocidad. El elemento último de la cadena en el movimiento; por ejemplo la mano, recibe el traspaso del lanzamiento en cadena creando un trayecto máximo de aceleración.
El efecto de una fuerza dada sobre el movimiento de rotación de un cuerpo depende del valor de la fuerza, de la distancia del punto de aplicación de la fuerza al eje de giro (módulo) y de la dirección de la fuerza con respecto a la línea que une el punto de aplicación de ésta con el eje de giro.
2. Ímpetu: las masas corporales impulsadas por el giro de la cadera se proyectan en una dirección determinada y el giro del brazo sobre la articulación del hombro producen la aceleración
3. Lanzamiento o golpe: el brazo se desliza hacia el objetivo y descarga el azote.
Asai estaba convencido de que la acción conjunta de muchos elementos produce más potencia que la simple fuerza muscular. Su metodología se basa en el trabajo de movilidad articular, ya que según el mismo señalaba en alguna entrevista “… a medida que las personas envejecen sus músculos se vuelven más lentos, por lo tanto, su velocidad y potencia también se reducen. Este es un proceso natural que ocurre a todas las personas a medida que aumentan en edad”. Asai Sensei, sin embargo, revirtió este proceso a través de la aplicación de nuevas técnicas y métodos que él mismo desarrolló. Su objetivo: poder realizar movimientos desde cualquier posición y en cualquier trayectoria.
En una ocasión a Asai Shihan le preguntaron: ¿Qué es una articulación? Y el maestro respondió. «Una articulación es un mecanismo que gira, y a través de esta rotación permite la extensión y retracción.»
Las articulaciones más importantes a entrenar son: los hombros, la cintura, caderas, rodillas, tobillos, pecho y espalda, lo que representa el látigo articulado de siete segmentos. A este método de entrenamiento Asai Sensei lo llama «Jyu-Jin-Ho«, que se traduce en reblandecimiento de los ligamentos». Por lo tanto, por medio del “ablandamiento” (*) de las articulaciones y la práctica sobre cómo usarlos, se puede ampliar su posibilidad de doblarse, girarse y torcerse en cualquier dirección, lo que permite empezar a desarrollar una gama completa de movimientos. Al aumentar estas posibilidades a través de la práctica, uno puede usar esta habilidad en la propia técnica del Karate.